lunes, 12 de mayo de 2014

Tienes mil emails

Sólo a vos puede parecerte lindo el no ver a la persona deseada y gustarte el morbo del engaño. Esa especie de mortificación que necesitás a dario para seguir respirando. Cómo definir a esa persona que esperó siempre y escribir en el aire durante años 'te amo' a la mujer ajena? Para qué echarle ojo a su balcón cada día camino al laburo rogando que el semáforo se pusiera en rojo? Sólo vos podés decirle corazón a cada corazón que tenés la certeza que indefectiblemente dejará de latir cuando lo consigas?
Estás vacío de buenas intenciones y gestos amorosos. No tenés el más mínimo sentimiento de piedad o remordimiento. De qué te sirve la vistosidad si sos un gato chuavechito pero de tripas gastadas? Por eso la sangre goteará hasta hacerse hermorragia dejándote seco en el jonca que nadie irá a despedir, salvo las infelices masocas, las felpudo de siempre que adoran el maltrato y la desidia que despedís. No hay palabras bellas escritas en tu frente, ni mirada dulce, ni posible, habiendo vivido rodeado de noches ácidas y amaneceres de pucho y cafeína al mango.
 
No te quiero. Ni podré nunca estimarte siquiera. 

Fue sólo confusión y deseo de poder seguir dándole felicidad a alguien más. Porque eso es lo que soy: una perfecta sana que vino a este mundo a peinar alas de aquellos que no saben distinguir la diferencia que existe entre el bien y el mal.

Corto y fuera. 

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